En primer lugar, hay que pensar que el éxito del trabajo en remoto no solo depende de los recursos de los que dispongamos. Hace falta una cultura del teletrabajo extendida, basada en la organización, la responsabilidad individual y la confianza, y que las personas manejen e incorporen a sus tareas la tecnología que nos permite trabajar desde nuestras casas. Y es aquí donde entran en juego las competencias digitales.
Una persona competente digitalmente es capaz de utilizar las herramientas de manera eficaz, critica e innovadora, hasta llegar a encontrar en la tecnología un apoyo para mejorar su trabajo. Es cierto que se necesita una infraestructura que permita continuar con la actividad en remoto y ser capaces de equipar con lo necesario para el teletrabajo a toda la plantilla, como se ha conseguido en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC). Sin embargo, esto solo es la base, que no servirá de nada si los empleados no se desenvuelven con los equipos y recursos proporcionados.
Diagnóstico digital de la organización
Así pues, hay que contar con personas preparadas para el entorno digital, pero también convencidas. Y es que en la evaluación de competencias digitales, por ejemplo, también se tienen en cuenta la opinión y la predisposición de las personas hacia el uso de la tecnología, además de la competencia técnica en sí.
La actitud es esencial para que, si no se tienen, se desarrollen con éxito. De hecho, hacer un diagnóstico digital de la organización puede orientar las acciones de formación necesarias para potenciar las habilidades relacionadas con la tecnología.
Con estas competencias digitales se pueden utilizar herramientas de todo tipo y que son especialmente útiles en el teletrabajo:
- plataformas colaborativas para seguir trabajando en equipo,
- aplicaciones de organización de tareas para que todo el equipo esté al tanto de los asuntos pendientes y sus responsabilidades
- y diferentes canales de comunicación para no perder el con los compañeros.
Al final, se trata de explorar las posibilidades de relación, gestión y trabajo que ofrece la tecnología para hacer lo que habitualmente se hace y se vive en las oficinas físicas, e incluso mejorarlo en la distancia.
Virginia Arranz, consultora experta en Competencias y RR. HH.
del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC).
Fuente: www.observatoriorh.com